lunes, 28 de junio de 2010

44 años del derrocamiento del Presidente Arturo Illia




Nota de Página 12 a los 40 años del derrocamiento de Arturo Illia“Fue el primer golpe con intenciones fundacionales”
Hace 40 años era derrocado Arturo Illia. Tres historiadores explican que con la dictadura que encabezó Juan Carlos Onganía comenzó “la idea de la transformación del sistema político” y la represión sobre expresiones del poder civil.

El presidente radical Arturo Illia fue desalojado de la Casa Rosada en la mañana del 28 de junio de 1966.Hace 40 años el general Julio Alsogaray y otros oficiales armados entraron en la Casa Rosada y rodearon al presidente radical Arturo Illia. Lo desalojaron a la fuerza en la mañana del 28 de junio de 1966. Así comenzó la dictadura que encabezó el general Juan Carlos Onganía. “He asumido el cargo que las Fuerzas Armadas han coincidido en conferirme. La circunstancia nacional nos impone obligaciones inexcusables: producir un cambio fundamental que devuelva a los argentinos su fe”, proclamó Onganía. Como un preanuncio del golpe que vendría después, dijo que la “Revolución Argentina” no tenía plazos. Página/12 consultó a tres historiadores sobre las consecuencias políticas, económicas y culturales que tuvo ese golpe, así como sobre el rol que jugaron los movimientos sindicales, culturales y los medios masivos de comunicación en la antesala del terrorismo de Estado.

“En la época de Illia ya estaban planteados los conflictos que después se desplegaron en los setenta. La movilización tan amplia y generosa que hubo en los setenta no tuvo como opción la democracia. Ahí es donde ese tajo de Onganía en la historia hizo mucho daño a la Argentina, al no permitir la opción de la democracia”, explicó Luis Alberto Romero, titular de la cátedra de Historia Social y General de la UBA, quien también recordó el rol que jugaron los medios de comunicación en el golpe. “La construcción de la imagen de Illia empezó antes de que asumiera. Toda la caída estuvo rodeada por esa imagen de la incapacidad del Presidente, sumada a la de la crisis económica, aunque luego se comprobó que era un momento de bonanza. La otra imagen totalmente construida fue la de Onganía: de un mediocre general trataron de hacer un nuevo caudillo”, aseguró Romero.


El hecho maldito

“Lo que hace inviable la democracia es la proscripción del peronismo en el ’55, pero Illia había avanzado mucho para abrir ese callejón sin salida. Con un poco más de tiempo, podría haber llegado a un acuerdo sobre las reglas del juego, como fue después La Hora del Pueblo, en 1971”, destacó Romero, que –haciendo uso de la historia contrafáctica– matiza el rol que cumplió el sindicalista Augusto Timoteo Vandor con su proyecto de formar un “peronismo sin Perón”. “Los sindicatos jugaron un papel importante en el golpe, pero el vandorismo básicamente era oportunista, no estratégico. Si las cosas hubieran ido por el lado de las instituciones, se hubieran acomodado”, hipotetizó.

“Al participar de algún modo del golpe, el vandorismo produjo una crisis en el movimiento obrero”, destacó el historiador José Vazeilles, quien afirmó que rápidamente se generaron resistencias dentro del propio sindicalismo: la CGT de los Argentinos, de Raimundo Ongaro, y el clasismo sindical de Sitram-Sitrac y de Luz y Fuerza, con Agustín Tosco en Córdoba. Vazeilles rechaza la lectura de que Illia haya tenido un “pecado de origen” con la proscripción del peronismo, que se volcó al voto en blanco y lo llevó a ganar las elecciones con un 27 por ciento en julio de 1963. “A Illia lo habían votado unos millones y a Onganía lo votaron cuatro personas. El iba camino a resolver la proscripción, que era la bestia negra de los militares”, aseguró.


No tan dictablanda

“La intención era gobernar con la exclusión de todos los partidos, porque el bloque oligárquico sólo momentáneamente ha tenido un partido propio, como fue el intento de la UCeDé de Alvaro Alsogaray, que era hermano del oficial que lo desalojó a Illia”, remarcó Vazeilles, quien recordó que “los golpes nunca han sido puramente militares, sino que fueron impulsados por los sectores concentrados, con la participación de la Sociedad Rural, que siempre fue una institución golpista. Ellos lo aplaudían a Onganía, a pesar de que sus políticas económicas no favorecían al campo”.

El historiador también consideró que la caída de Illia sentó un precedente para el golpe del ’76. “Una cosa que inaugura el golpe del ’66 es no declararse gobierno provisional, sino que tiene intenciones fundacionales de un nuevo orden constitucional. Esa es una novedad en esa historia de los golpes, que retoma el de 1976, que fue el más terrorista de todos desde 1955”, resaltó.

En ese sentido, la historiadora Hilda Sábato coincidió con que “este golpe en particular inaugura de una forma muy fuerte la idea de la transformación del sistema político. Se pretendía cambiar las bases con las que el sistema republicano argentino existe desde sus orígenes”. “También inaugura una práctica de represión sobre distintas expresiones del poder civil: intervienen la universidad, los partidos políticos, la vida sindical, cosa que el golpe del ’76 volvió a hacer con creces. La idea era cambiar las bases del sistema institucional y convertirlo en un sistema corporativo”, reflexionó Sábato.

La historiadora planteó que confluyeron en ese momento las visiones de sectores progresistas y de derecha sobre el gobierno radical. “Curiosamente, también los sectores de izquierda estábamos contra Illia por otros motivos, por lo que jugó como un movimiento de pinza”, consideró. “Los militares le cuestionaban su debilidad ante el comunismo internacional porque, por ejemplo, con la intervención de Estados Unidos en Santo Domingo en 1964, Illia se negó a mandar tropas”, analizó.

“También los militares le señalaron el problema del ‘libertinaje’ cultural de los sesenta: el lugar de la mujer, el sexo. Eso tuvo una repercusión en la vida cotidiana, en la forma en la que nos vestíamos y nos comportábamos”, recordó la historiadora, que en ese momento era estudiante universitaria. “Los grupos progresistas lo dábamos como natural, mientras por derecha lo veían como la decadencia de la familia y los valores cristianos. Lo primero que hizo Onganía fue atacar todo eso: desde intervenir el Instituto Di Tella hasta cortar el pelo a los jóvenes en la calle”, señaló Sábato. “El golpe de Onganía se inscribe en una serie que empieza en los ’30 y esperemos que haya terminado”, concluyó.

Informe: Werner Pertot.

Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elpais/1-69138-2006-06-28.html

114 años de la fundación del Partido Socialista



Historia del Partido Socialista

El 28 y 29 de junio de 1896, un grupo de delegados de agrupaciones socialistas y gremiales encabezados por el "maestro" Juan B. Justo se reunieron en el local de la agrupación alemana "Vorwarts" en lo que fue el Congreso Constituyente del Partido Socialista, que coronaba el proceso organizativo del socialismo argentino cuyo origen se remonta a los primeros años de la década de 1890.

En aquellas históricas jornadas se aprobaron la Declaración de Principios, el Estatuto y el Programa Mínimo de la nueva agrupación de los trabajadores, que funda en nuestro país la acción política independiente de la clase obrera, constituyéndose en el hito fundamental de la historia del proletariado argentino.

En el primer programa partidario ya se planteabann reivindicaciones que tardaron décadas en corporizarse en leyes:

- Jornada laboral de 8 horas para adultos, de 6 para jóvenes entre 14 y 18 años, y prohibición del trabajo industrial a menores de 14 años, además del descanso obligatorio de 36 horas contínuas por semana.

- A igualdad de trabajo igual remuneración entre los sexos.

- Reglamentación higiénica del trabajo industrial, con limitación del trabajo nocturno a los casos indispensables, y prohibición del trabajo de las mujeres donde se haga peligrar su maternidad o ataque a la moralidad

- Responsabilidad de las patronales en los accidentes de trabajo y la creación del fuero laboral.

- Abolición del impuesto al consumo e instauración del impuesto progresivo sobre la renta.

- Instrucción laica y obligatoria para todos los niños hasta 14 años, con cargo al Estado de la manutención de los mismos, cuando fuere necesario.

- Voto secreto y universal para todas las elecciones.

- Autonomía Municipal.

- Jurados elegidos por el pueblo para toda clase de delitos.

- Separación de la iglesia del estado.

- Supresión del ejército permanente.


- Abolición de la pena de muerte, y revocabilidad de los representantes electos, en caso de no cumplir el mandato de sus electores.

El Partido Socialista, que encontraría su centro ideológico y político en la figura de Juan B. Justo, encarnó -en palabras de José Aricó- el "proyecto más coherente de nacionalización de las masas, de incorporación de los trabajadores a la vida nacional y de construcción de una democracia social avanzada". El socialismo intentaba así encarnar la modernización democrática y la transformación social, en una proyecto de sociedad en que ambos valores se entrelazaran en caminos simultáneos.

Nacía así la primera organización política moderna de la Rep&Úacute;blica Argentina, decidida a representar a la nueva clase que emergía de las entrañas del sistema capitalista, a preparar su emancipación del yugo explotador y a fundar un nuevo orden económico y social.

La fundación del Partido Socialista no sólo significó el surgimiento de la primera organización política del proletariado, sino también el punto de arranque del proceso de formación de los modernos partidos políticos en Argentina. El Partido Socialista es así el primer partido moderno de la Argentina, antítesis de la "política criolla", y que tuvo además -como señala Juan Carlos Portantiero- el mérito de haber colocado en el horizonte ideológico de la política argentina el tema de la justicia social.

El predominio socialista era el resultado de la maduración de las condiciones de la explotación capitalista en la Argentina. La década de 1890 había entregado a la historia argentina un nuevo esquema de clases, con el que emergía el nuevo sustrato social con base en el cual la transformación de la sociedad se tornaba un objetivo posible.

Demostrando su aguda percepción de las nuevas características que adoptaba la sociedad argentina, Justo escribía en el primer editorial de La Vanguardia en abril de 1894: "Este país se transforma (...), junto con esas grandes creaciones del capital, que se ha enseñoreado del país, se han producido en la sociedad argentina los caracteres de toda sociedad capitalista".


Los socialistas imprimirán desde entonces una impronta decisiva sobre la clase obrera, sobre la política y la sociedad argentina, a través de una vasta actividad política, cooperativa, sindical y cultural, que quedará plasmada en la saga fundacional que emprenderá Justo desde finales del siglo XIX: el periódico La Vanguardia, en 1894; la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos, en 1898; la Sociedad Luz, en 1899, para culminar en 1905 con la Cooperativa El Hogar Obrero.

En una recordada conferencia de 1902 Justo nos dará una definición del socialismo que guiará a varias generaciones: "El socialismo es la lucha en defensa y para la elevación del pueblo trabajador, que, guiado por la ciencia, tiende a realizar una libre e inteligente sociedad humana, basada sobre la propiedad colectiva de los medios de producción".

Cuando recién alumbraba la primera década del siglo, y las luchas obreras crecían acompañadas por la represión brutal del régimen oligárquico, el Partido Socialista logrará en 1904 su primer triunfo electoral en la persona de Alfredo Palacios, el primer legislador socialista de América, que sintetiza el esfuerzo creador de los parlamentarios socialistas, quienes mediante iniciativas y proyectos alumbraron el Nuevo Derecho en la Rep&Úacute;blica Argentina. La aprobación de leyes como del descanso dominical, y la protección del trabajo de mujeres y niños darían nacimiento y andamiaje jurídico al Nuevo Derecho que surgía en la Rep&Úacute;blica Argentina.

La lucha por los derechos políticos llevó a que en 1912 se sancionara la ley Sáenz Peña, que impuso el voto universal, secreto y obligatorio, poniendo fin a décadas de fraude. A partir de entonces el Parlamento argentino será testigo de la presencia de destacados socialistas, gigantes del pensamiento y de la acción.

En 1912, en las primeras elecciones en Capital Federal, bajo la ley Saénz Peña, fueron electos Diputados Nacionales Juan B. Justo, Alfredo L. Palacios, obteniendo en promedio más de 25.000 votos, aproximadamente el 20 %.

En 1913 ingresaron a la Cámara de Diputados dos socialistas más: Nicolás Repetto y Mario Bravo, elegidos por un año para completar sendos períodos que habían quedado truncos. El Partido Socialista obtenía, además, por primera vez, una banca en el Senado de la Nación, que habría de ocupar Enrique del Valle Iberlucea.

El 22 de Marzo de 1914 el Partido Socialista logró un histórico triunfo en la capital de la Rep&Úacute;blica. Fueron elegidos diputados: Repetto, Bravo, De Tomasi, F. C&Úacute;neo, Angel M. Giménez, Zaccagnini, y E. Dickmann. Los diputados socialistas eran nueve; luego se redujeron a seis en los años 1918-1919. Empezaba a dar sus frutos también la experiencia del ejercicio del poder a nivel municipal, que el Partido Socialista había iniciado en 1914 en el Chaco, donde es electo con el 49% de los votos, Juan Govi, primer concejal socialista de esa provincia. Luego, el 14 de noviembre de 1915, el Partido obtuvo el 66% de los votos, ingresando todos los candidatos socialistas: Jes&Úacute;s Alonso, Carlos Diez, Juan Govi y Alfredo Guerrero. A Govi le correspondió la presidencia y a Guerrero la vice del Concejo. Esta experiencia se amplía al territorio bonaerense, a principios de los años veinte.

A partir de 1920, año en que el socialismo contaba con diez bancas, la representación socialista aumenta constantemente, llegando a contar con 19 diputados en los años 1928-1929. Con la escisión del "socialismo independiente" se reduce considerablemente su presencia en el Parlamento, y para 1930 Repetto era el &Úacute;nico representante socialista.

Por esos años, las mujeres socialistas encabezadas por Alicia Moreau llevaron adelante la lucha por los derechos civiles y políticos de las mujeres en nuestro país. El 4 de Agosto de 1903, se integra la primera mujer al Comité Ejecutivo Nacional del Partido: María Cupayolo; y el 4 de Julio de 1904, la segunda: Gabriela Laperrieri de Coni.

Al promediar la década del ’30, el Partido Socialista ganó un considerable n&Úacute;mero de bancas en el Congreso Nacional, alcanzando en 1932 la máxima representación parlamentaria de su historia: 43 diputados y dos senadores. El n&Úacute;mero se redujo a 42 en 1935, y 25 en 1937.

Recuperando en el parlamento el papel que las escisiones les habían quitado, entre 1932 y 1943, tiene lugar el segundo gran impulso legislativo dado por el Partido Socialista en materia social. El Partido realiza una importante actividad "fiscalizadora", donde la oposición al régimen se torna más frontal, en particular con la denuncia del fraude, del cercenamiento de las libertades p&Úacute;blicas y la investigación de los escándalos de corrupción. Sufre además de manera directa las consecuencias criminales de la década infame, empezando por el asesinato del diputado provincial cordobés José Guevara, perpetrado por matones fascistas en 1933.

Los socialistas lograron además en esos años su mayor influencia en el movimiento sindical. Luego de haber participado en la creación de la CGT en 1930, cinco años después logran el control de la misma al desplazar al sector sindicalista.

La crisis de los años ’30 produce una apertura en las filas partidarias, que se enriquecen con el ingreso de jóvenes formados por experiencias políticas o culturales como la Reforma Universitaria. Se incorporan al Partido Socialista, Carlos Sánchez Viamonte, Deodoro Roca, los hermanos Orgaz, Julio V. González, Alejandro Korn, Ernesto Giudici, entre otros. Además, se produce el reingreso al partido de Alfredo Palacios –quien había renunciado en 1915-, que rápidamente se convierte en senador nacional.

A mediados de la década del ’40, el fenómeno peronista lograría capturar la realidad económica y social que emergía de la nueva industrialización, dejando progresivamente al socialismo al margen de las grandes convocatorias de masas y planteando además discrepancias en el interior del partido respecto a las tácticas que debían emplearse frente a los acontecimientos políticos nacionales.

En 1958 luego de un conflictivo Congreso partidario realizado en la ciudad de Rosario, el Partido Socialista se fractura, dando lugar a dos agrupaciones a las que la justicia electoral obligó a identificarse a través del agregado de un aditamento al nombre partidario.

Nacieron entonces el Partido Socialista Argentino (Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, José Luis Romero, entre otros) y el Partido Socialista Democrático (Nicolás Repetto, Juan A. Solari, entre otros).

Mientras el Partido Socialista Democrático se caracterizará por su relativa estabilidad organizacional, el Partido Socialista Argentino se caracterizó desde el comienzo por una cierta heterogeneidad interna que no tardaría en estallar. Su grupo más juvenil, influenciado por la experiencia de la Revolución Cubana, será el sostén de la candidatura a Senador de Alfredo Palacios, quien se impone en las elecciones de 1961. Poco después se produce la expulsión de un grupo que constituyó el Partido Socialista de Vanguardia, que se fraccionó posteriormente en Partido de Vanguardia Popular (autodisuelto en 1972 para ingresar al justicialismo) y Partido de Vanguardia Comunista. Otra escisión tendrá lugar en 1966, cuando un grupo expulsado de la agrupación confluyó junto a grupos trotzkistas en el Partido Socialista de los Trabajadores.

En 1972, una fracción del Partido Socialista Argentino, junto al Movimiento de Acción Popular –MAPA- de Guillermo Estévez Boero y Ernesto Jaimovich, el Grupo Evolución, y Militancia Popular, crearon el Partido Socialista Popular (PSP). El golpe militar de 1976 encontrará al PSP dividido en dos secretarias: el PSP Secretaria García Costa y el PSP Secretaria Estévez Boero. En las internas partidarias de 1982, Estévez Boero vence a García Costa, convirtiéndose en el secretario general de la agrupación. De esta forma, el grupo proveniente del movimiento universitario consolidaba su predominio partidario. En 1989 el PSP comienza una larga y fructífera trayectoria al frente del gobierno municipal de Rosario –la segunda ciudad del país-, y en septiembre de 1992, en Berlín, se incorpora como miembro pleno de la Internacional Socialista que había sido fundada en Frankfurt en 1951.

En mayo de 1975, se constituyó en una reunión realizada en Avellaneda la Confederación Socialista Argentina –liderada por Alicia M. de Justo-, con la clara intención de superar las divisiones. En 1981 se constituye la "Mesa de Unidad Socialista" que logra alinear a la Confederación Socialista Argentina, al PSP y el Partido Socialista del Chaco, ratificando como raíz histórica y doctrinaria la Declaración de Principios de 1896 que fuera redactada por Juan B. Justo. Desde 1983 estos sectores confluye electoralmente, y en 1985 se suma el Partido Socialista Democrático, constituyéndose la Unidad Socialista.

En 1987, de la mano de Guillermo Estévez Boero, el socialismo retornaba tras veinticinco años de ausencia al Congreso de la Nación. Pocos años después se le sumaría Alfredo Bravo, en lo que sería ya el comienzo de una nueva etapa parlamentaria en el seno del socialismo. En el año 2003, el socialismo retornaba además al Senado de la Nación tras 42 años de ausencia: Rubén Giustiniani ocupa por primera vez una banca socialista en el Senado en representación de una provincia del interior del país.

Después de 44 años de divisiones y de rupturas, el Partido Socialista logra en el 2002 su unidad, comenzando a recorrer un camino de crecimiento que la historia juzgará en el futuro.

miércoles, 23 de junio de 2010

La inseguridad no se soluciona con demagogia



La Concejal Alejandra Pignataro (Partido Socialista) presentó en el HCD de Merlo un Proyecto de Comunicación expresando el beneplácito por la presentación del Acuerdo por una Seguridad Democrática.
Consultada sobre el tema, la edil expreso “el tema de la inseguridad es muy complejo como para que el Gobernador Scioli tome medidas demagógicas promoviendo la mano dura y la baja de la edad de los menores sin que ataque las cuestiones de fondo” además se manifestó satisfecha por la pluralidad de sectores que sostienen la iniciativa al manifestar “el Acuerdo por una Seguridad Democrática está compuesto por sectores de izquierda democrática como el Partido Socialista, el GEN y Proyecto Sur que siempre tuvieron una postura coherente en materia de seguridad; pero además festejo que algunos sectores del oficialismo que en 2004 aprobaron las exigencias de Juan Carlos Blumberg e incorporaron modificaciones en el Código Penal por la ley 25.885, hayan revertido su postura” por último opinó “quiero remarcar un párrafo del documento firmado por los integrantes del Acuerdo: Una concepción integral de la seguridad implica tanto la prevención de la violencia física como la garantía de condiciones de vida dignas para toda la población. Esto requiere estrategias de abordaje integral que articulen las políticas de seguridad con otras políticas públicas y complementen las acciones del sistema penal con intervenciones de todas las áreas del Estado. Estos recursos estatales deben estar distribuidos de manera igualitaria y generar una mayor protección para los sectores excluidos, de modo de no profundizar la desigualdad.
Si no entendemos esto, si no identificamos verdaderamente las causas y las consecuencias, difícilmente encontremos la solución al problema” concluyó la concejal socialista.

domingo, 13 de junio de 2010

Elecciones internas del Partido Socialista


Este domingo en las elecciones internas del Partido Socialista para autoridades del Comité Nacional en Merlo se impuso la lista Nº 2 "Socialismo y Participación" por el 58% de los votos.
En el Centro Socialista de Merlo además de los afiliados del distrito estaban habilitados para votar los afiliados de Las Heras; Marcos Paz e Ituzaingó.
La lista que encabezaban Giustiniani y Binner se impuso a la que promovian desde la Casa Rosada que llevaba al ex-vicejefe de Gabinete Jorge Rivas.
En el Centro Socialista de Merlo votó el Diputado Nacional (aliado del FpV-PJ) Ariel Basteiro, uno de los máximos referentes de la lista Nº 1; pero pese a ello, los afiliados de ésta parte del Oeste del Conurbano bonaerense ratificaron con su voto a la actual conducción partidaria que promueve como candidato a Presidente a Hermes Binner, actual Gobernador de Santa Fe. Consultado sobre el tema, Jorge Cultri (Secretario General del PS de Merlo) manifestó "fue una victoria aplastante en la Provincia de Buenos Aires, con el 62% de los votos y el 93% en el país para la lista de Binner. En un claro mensaje a aquellos que quisieron lucrar con el Gobierno Nacional a costa del PS".

miércoles, 2 de junio de 2010

Homenaje a Alfredo Bravo en la Sesión Ordinaria en el HCD de Merlo del día 1 de junio de 2010


Hace 7 años, más precisamente el 26 de mayo de 2003, nos dejaba físicamente el maestro Alfredo Bravo.
Maestro en los dos sentidos del término:
“Maestro” como trabajador de la educación, defensor de la escuela pública, que desde sus primeros años como maestro de grado comenzó paralelamente su actividad gremial en la Confederación de Maestros y Profesores, luego fue designado por sus compañeros como redactor del Estatuto del Docente en 1958, estatuto que sirvió a los trabajadores como hito en la defensa de sus derechos laborales. Luego, en 1973, el 11 de septiembre, fue uno de los fundadores de la Confederación de los Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), fecha que no pudo ser de completa alegría, porque del otro lado de la cordillera, un golpe de Estado derrocaba al Presidente socialista Salvador Allende.
En 1983, tras el retorno de la democracia es nombrado por el Presidente Raúl Alfonsín como Subsecretario para la Actividad Docente, cargo desde el cual favoreció la reincorporación de todos los docentes cesanteados por la última dictadura. Luego de haber pasado por la función pública, retornó a su cargo de director de una escuela primaria.
También fue “Maestro” como militante de los derechos humanos, ya que en 1975, año en que comenzaba a imponerse el terrorismo de Estado con atentados y asesinatos cometidos por la triple A, fue cofundador junto a Alicia Moreau de Justo y Raúl Alfonsín de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Época en que no eran muchos los que eran capaces de presentar un habeas corpus por los compañeros y donde otros abogados se dedicaban a ganar mucho dinero practicando la usura, lo más indigno del capitalismo. En 1977 fue detenido-desaparecido por la dictadura y por la presión nacional e internacional fue “blanqueado” y puesto a disposición del poder ejecutivo. Las secuelas de las torturas a las que fue sometido por los militares no hicieron más que reafirmar su compromiso con la vida. Ni las torturas ni la cárcel lo doblegaron jamás y la apertura constitucional lo encontró dando testimonio del horror sin miedos ni vacilaciones. Además de esas facetas, Alfredo tuvo otra, la de militante político, desde chico se afilió al Partido Socialista, luego fue fundador de la corriente Confederación Socialista Argentina y más tarde se incorporó al Partido Socialista Democrático, fue varias veces electo Diputado Nacional y en el 2002 fue uno de los impulsores de la unidad del socialismo, situación que terminó con la unificación del Partido Socialista Popular y el Partido Socialista Democrático en un solo Partido Socialista.
Como trabajadora de la educación y como militante política, son muchos los motivos por los que no podía dejar pasar ésta fecha sin rendirle un homenaje al maestro Alfredo Bravo.