domingo, 18 de enero de 2009

Los únicos privilegiados… ¿Son los niños?

Los únicos privilegiados… ¿Son los niños?

Lejos quedaron aquellos días de la primavera democrática del 83, días en que las mayorías populares tenían esperanzas en un futuro digno, con trabajo, salud, educación y comida para sus hijos.
Realmente mucho no recuerdo, ya que por aquellos años estaba terminando primer año en la escuela primaria. Pero es indudable que de aquellas esperanzas –en la mayoría de los casos- sólo queda el recuerdo.
Hace siete años que vivo en el Partido de Merlo, soy docente por vocación, trabajé en escuelas de sectores populares de mi distrito, allí donde los chicos muchas veces van a la escuela porque es el único lugar donde tienen un plato de comida.
En esos barrios humildes, barrios de trabajadores que se encuentran sin empleo; barrios que se forman alrededor de los “otros barrios”: los cerrados; barrios donde la única institución estatal que todavía queda en pie luego de la década del capitalismo neoliberal es la escuela; es donde más se pueden observar las deudas de la democracia.
De estas, la que más me preocupa es la que tenemos con nuestros pibes, actualmente el sesenta por ciento de los niños son pobres, para colmo el Gobernador Scioli (FpV), secundado por los medios de comunicación funcionales a los sectores de privilegio, instalan subjetivamente en las cabezas de los argentinos y argentinas, que los jóvenes son peligrosos, que hay que bajar la edad de punición, que son asesinos, tapando así la culpabilidad del asesino por excelencia: el hambre, que mata a 40 pibes por día por causas evitables en un país hecho de carne, leche y pan, paradójico… ¿No? Pero el hambre es la consecuencia de este modelo económico que concentra la riqueza, extranjeriza la economía y promueve la desigualdad.
El bloque dominante pretende culpabilizar a las víctimas, encarcelando a los jóvenes por “portación de cara” mientras los ladrones de guante blanco cada vez gozan de mayor impunidad.
Estamos convencidos que son nuestros jóvenes la gran oportunidad de la sociedad para mejorarse a sí misma en lo biológico, en lo cultural, en lo económico, incluso en lo político. La infancia es el terreno más fértil para sembrar inteligencia, trabajo, creatividad, justicia y democracia. Es por ello que en Merlo presentamos el Proyecto de Ordenanza para que el Municipio adhiera a la Ley de Promoción y Protección Integral de los Derechos del Niño, así como también pretendemos, desde el GEN, generar conciencia de la necesidad de un ingreso ciudadano a la niñez y toda otra política activa del Estado que universalice los Derechos de los chicos para que esta Democracia que supimos conseguir, nos siga ofreciendo la libertad, pero también nos comience a garantizar la igualdad.


Nota publica en la Revista Digital Oxígeno, órgano oficial de difusión del GEN
http://www.partidogen.com.ar/revista/2008/diciembre/indice.html